a Lo largo de la hiStoria mis aMores han Deseado siemPre uNa moto en aLgún momento de nuestro

roMance. Terminamos antes de ver realizado su sueño :P Nunca se me hizo estrenarme en el difícil arte del copiloteo con ninguno de ellos. Fue hasta mi primer trabajo en serio que me subí a una motocicleta. ¿Cuándo sucedió? Hace como dos semanas. Omití una historia llena de dolores causados por nervios a punto de estallar, manos adoloridas y sudor en la entre*pierna para no asustar a futuros pasajeros. También porque creí que la segunda vez mejoraría todo y fue verdad.

Un día lluvioso más en la ciudad, aLe sale de la oficina dispuesta a romper su marca establecida en julio 2006 de una hora y veinticinco minutos de Masaryk a Rancho del Arco. Héctor ofrece su eficaz vehículo esquiva automóviles como ayuda en la misión. Alejandra acepta temerosa del futuro pero piensa, 'hoy no quiero metro'. Arriesgando su vida (pantalón y pulsera nueva) recorre una distancia nunca antes lograda con el mínimo de agustia y llega a casa para contarlo. Polanco-Coyoacán, ¡wow! En 25 minutos ya estábamos a dos calles de la Cineteca. Esta vez probé sosteniéndome del conductor y no del pequeñísimo micro respaldo trasero de 5 centímetros de altura. Llovía, el impermeable protegió mi saquito a cuadros. Así, otro feliz día sin transporte público en la vida de una diva *_*