Ayer soñé que iba al dermatólogo.

Como salí muy temprano de casa me daba tiempo para pasar al Tamayo a mirar una expo, era de un japonés. Phoedra le había dicho a Salvatore 'sí me gustó pero no', sentí curiosidad y fui al museo. A ella la envió un maestro. Resultó que la pieza era en realidad de Gabriel Orozco, era una cosa que yo sabía aunque en los pendones se leyera el apellido nipón. Me senté en un sillón beige a observar tranquilamente, un niño como de cinco años se acercó a insultarme. Casi le doy un golpe, le dije ve y dile a tu papá. Era el hijo de Orozco, ja! Él volteó, discutimos un momento, me insultó y luego yo.

A las 3:42 hrs. desperté. Recuerdo que en prepa soñaba canciones. Nunca pude sacar una en la guitarra, la melodía desaparecía tan rápido. ¡Sonaban tan bien! Un tiempo me pasó con letras y lo mismo. Los versos se me iban al abrir los ojos. Después con dibujos, algunos los recordaba medio día pero ya con lápiz en mano era imposible reproducirlos. Qué desesperación.

Ayer me fijé en TODO, tengo en mente el orden y funcionamiento de cada cosa. Nada complicado. Me gustó. Le conté a Salvatore. Creo que podríamos hacerla.